10 señales que demuestran que tu equipo no te está ayudando

10 señales que demuestran que tu equipo no te está ayudando

 

Todos sabemos que un buen trabajo en equipo nos permite dividir las tareas de manera adecuada y que los resultados positivos se multiplican. Como dicta una de las leyes universales de Newton: “La unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo”. Y es que a medida que las compañías empiezan a crecer, se enfrentan con más frecuencia a problemas de organización que devienen, muchas veces, en la incapacidad para desarrollar una metodología adecuada para la asignación de actividades. Es decir, ¿cómo sabes si la gente de la que te rodeas en lugar de darle solidez e integración a tu empresa, no te está poniendo el pie?

A continuación te presentamos 10 señales básicas que te harán cuestionarte si la gente con la que trabajas es la indicada:

  1. Como lo mencionamos en nuestra entrada sobre dirección solar, delegar tareas y no responsabilidades es uno de los síntomas más claros de que tu equipo no está funcionando. Si tu personal es incapaz de tomar decisiones por cuenta propia y todos los problemas los direcciona hacia ti, ¡cuidado!, trabajarás el doble.

 

  1. Las juntas lejos de ofrecer soluciones provocan más juntas. Probablemente esto se deba a que nadie tiene una asignación clara dentro de la compañía y por lo tanto no hay tareas definidas.

 

  1. Algunos de tus colaboradores no parecen dar el ancho. A medida que tu compañía va creciendo la carga de trabajo aumenta y en lugar de estar a la altura de los golpes, alguien de tu personal se deja acribillar y las obligaciones los superan.
  2. No tienes forma de explicar ni los buenos ni los malos resultados. Tu equipo puede sentir que está realizando su mayor esfuerzo, pero si no existen las métricas indicadas que te permitan evaluar su desempeño, es muy difícil que se sientan motivados o con actitud de mejorar.
  3. Tu equipo está cansado. El trabajo se ha vuelto repetitivo. Y se ha vuelto repetitivo porque tu gente no tiene claro hacia dónde van.
  4. Hay dos o tres personas en tu organización que te causarían un hueco gigantesco si se fueran. Asignar la mayoría de las tareas de la empresa a un par de personas, se convertirá a la larga en un perjuicio, pues cuando alguno de ellos llegue a faltar, nadie más sabrá desempeñar sus tareas. En este sentido, jerarquizar las tareas también es importante.
  5. Tu personal es incapaz de instalar un sistema. Esto significa que tu gente no puede organizar ni sus tareas ni mucho menos asignar tareas a los demás.
  6. Tienes varias fuentes de información para lo mismo. Por ejemplo, el departamento de ventas te dice que vendió tal o cuál cantidad, el departamento de finanzas te dice que facturó una cantidad distinta y en marketing te dice que generaron otra. Todos son datos irreconciliables, entonces, en realidad, no tienes la información.
  7. Todos se mueven de manera instintiva. Al no contar con la organización, las métricas y sobre todo la información adecuada, todos, incluido tú, se mueven por corazonadas.
  8. Eres el réferi en el ring. Existen peleas entre tus colaboradores ya que nadie está seguro de qué es lo que le corresponde hacer a cada uno.

Organizar a tu quipo siempre es la solución. Recuerda, lo que no suma, resta. Por eso en G2 Consultores hemos desarrollado una estrategia integral que te permitirá escombrar la casa. Nuestras metodologías pueden acercarte a construir las métricas adecuadas para estructura a tu equipo de manera eficiente.

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