Jugar en una nueva cancha nos lleva a aprender en el camino y el aprendizaje viene de los errores que generalmente cometemos por inexperiencia o desconocimiento. En el mundo de las startups y su relación con los ángeles inversionistas pasa lo mismo y es que no existe un manuales, libros, modelos o antecesores a seguir, cada una de ellas tiene un contexto diferente, lo complicado de equivocarnos en este contexto es que es un área de mayor riesgo.
Gracias a que se han sumado más ángeles y fondos de inversión al ecosistema emprendedor, es más accesible que las startups reciban recursos privados; esto puede deberse a tres factores principales: que el propio ecosistema ha crecido, madurado y profesionalizado durante los últimos 15 años; que producto de ello haya incrementado la certeza y confiabilidad en este tipo de empresas; finalmente que exista el propósito de impulsar el emprendimiento en México como la única garantía de crecimiento y desarrollo económico del país.
De acuerdo con Expansión, en 2018 más emprendimientos en México han levantado rondas de inversión ángel, con un ticket promedio de 50,000 dólares. Este financiamiento es el eslabón entre las inversiones de amigos y familiares y las de los fondos de capital privado. Asimismo, se estima que en el país hay 800 ángeles inversionistas.
Como Fondo de Inversión podemos argumentar que, trabajar por y para startups tiene muchos altibajos; por un lado, tenemos aquellas empresas a las que les hemos invertido y han resultado un caso de éxito por sus subsecuentes levantamientos de capital y/o su ingreso al mercado, pero no siempre hemos tenido los mejores resultados.
Pero, apostar capital en futuras empresas que pueden lograr un éxito demencial es muy alentador, por ello, te ofrecemos una lista de recomendaciones que te pueden ayudar a como ángel inversionista para reducir los errores más comunes que se cometen en esta cancha; tomarlos en cuenta, te permitirá ser más objetivo a la hora de invertir en una startup.
1. No apuestes sólo por el proyecto.
Debemos apostar por el “jinete”, no nos dejemos llevar porque la idea de negocio parezca espectacular, una startup la hace su equipo, sus skills, su resiliencia, el tiempo de dedicación en su proyecto; mantengamos el foco en esos detalles. Una startup no vale nada sin un buen equipo, que tenga el ímpetu de sacar adelante su proyecto, que sea formal en sus acuerdos, multidisciplinario y con la capacidad de dejarse guiar por la mano de un mentor.
2. Una tendencia no determina exclusivamente el éxito
El hecho de que una startup esté creando un proyecto con alguna tendencia global no garantiza nada. No inviertas por estar de moda la industria. Estar dentro de una tendencia no significa que necesariamente va en el camino correcto, además de ello debes fijarte en la idea, el equipo o el modelo de negocio.
3. No hacer un apropiado Due Diligence
Un Due Diligence es una de las pocas herramientas que tenemos para diagnosticar a una empresa que no tiene operaciones, reduce el riesgo en un esquema de por sí ya incierto, ya que las startups manejan mucha incertidumbre por el nivel de maduración en el que se encuentren o por su recién incorporación en el mercado; así que te sugerimos no omitirlo. Por más que nos inspire confianza el emprendedor, los negocios son los negocios y se deben de realizar los procedimientos necesarios para evitar futuras pérdidas.
4. No nos centremos en el retorno de inversión.
Si de startups hablamos, de inicio existe una incertidumbre extrema, su crecimiento depende de muchos factores en el camino, más aún las empresas de etapas tempranas, donde su crecimiento dependerá del levantamiento de futuros fondos de inversión, debemos de ser honestos como ángel inversionista y saber que, si apostamos en estas empresas, no tendremos un retorno a corto plazo. No hay que fijarse exclusivamente en la tasa de rendimiento, también son importantes los unit economics.
Son innumerables los errores a los que se expone un ángel inversionista, aprendemos en el camino de la experiencia, pero conocer la naturaleza del ecosistema emprendedor, permite reducir el riesgo y entender las expectativas. Debemos estar preparados para ello y mostrarnos como la mejor opción de credibilidad, experiencia y confianza, ya que una startup no sólo te verán como un inversionista, sino además como mentor y/o socio. En G2 Momentum Capital sabemos que esta es una relación en donde la premisa básica es la confianza y seguridad entre ambas partes para lograr un éxito común.
“The biggest investing errors come not from factors that are informational or analytical, but from those that are psychological” — Howard Marks