Cuando un ángel inversionista decide hacer una inversión, seguro lo hará porque apostará a grandes proyectos de startups, porque le parecen proyectos de trascendencia e impacto en la sociedad, por un fin filantrópico, pero evidentemente siempre lo hará porque busca la obtención de un beneficio, en lo particular, buscan que las compañías alcancen una rentabilidad asegurada en múltiplos considerables.
No está por demás señalar que el ángel inversionista busca además de invertir su capital, proporcionar mentoría a modo de experiencia profesional. Una de las cosas que más sugerimos como fondo de venture capital es que el se aporte capital inteligente, ya que los emprendedores carecen, en muchas de las ocasiones, del conocimiento de la industria a donde quieren incursionar y que alguno de los inversionistas puede proporcionar.
Sobre todo, sucede cuando los fondos de inversión están inclinados en invertir en ciertos sectores específicos, porque buscan apoyar a aquellas compañías que impulsen la industria de donde provienen los inversionistas (LP o GP’s).
El ángel inversionista, si está profesionalizado en su rol, esperará que la startup en la que invirtió obtenga múltiplos entre 3 y 5 veces la inversión realizada… en el mejor de los casos 10X, en un plazo entre 5 y 8 años promedio y supone esperar un promedio de 20% de TIR, muchas cosas dependen de la madurez del proyecto, sobre todo en las etapas iniciales en las que lo toma el ángel inversionista.
En G2 Momentum capital, hacemos referencia a aquellos ángeles profesionalizados cuando estos son personas que conocen de la industria del VC y no corresponden a la triple F (FF&F). Típicamente el familiar que presta dinero como una primera inversión a la startup, desconoce de cómo operan este tipo de compañías, por lo tanto no suelen conocer los tiempos en los que se esperan retornos.
Los ángeles inversionistas como vemos están orientados a rentabilizar su inversión en un mediano plazo, al final buscan ser un factor de cambio en aquellas compañías en donde su expertis les permita colaborar hacia su éxito. Lo único que queda es esperar a que sólo pocas de sus inversiones potencialicen su crecimiento en el tiempo.