Una crisis como la del coronavirus no dejará indiferente a nadie. Su impacto ha permeado en todos los sectores económicos, todos los países, todas las sociedades, tanto que marcará un antes y un después. Aún es muy temprano para medir los estragos que esta crisis causará. Sin embargo y como se ha mencionado ya, vislumbramos quiénes saldrán vencedores.
Y es que, por lo menos las startups dedicadas a sectores muy particulares han visto esta crisis como una gran oportunidad para su crecimiento y posible sostenibilidad en el tiempo. Aquellas que, de acuerdo con el análisis realizado por Wayra España, están dedicadas a las telecomunicaciones, logística, comercio electrónico, salud, EdTech o Fintech, son las que han reaccionado rápido y de forma “flexible” para adecuarse a las condiciones que impuso la pandemia. Son quienes, gracias a sus innovaciones en bienes y servicios, han sabido escuchar las nuevas necesidades del consumidor.
La crisis no ha terminado y no sabemos cuándo suceda, lo que sí sabemos es que es muy probable que los impactos económicos y sociales de la COVID-19 sean profundos por lo menos en los próximos años. Este periodo ha creado un panorama desolador para unos y alentador para otros; en cualquiera de los dos escenarios es un momento muy difícil para ser emprendedor. Muchas empresas en todo el mundo la están pasando muy mal y no sabremos si sobrevivirá al final de esta crisis. Startup Genome señala que al 41% de las nuevas empresas les quedan tres meses o menos de cash, los fondos de capital privado de riesgo en series A, B o C se están volviendo escasos o por lo menos muy cautelosos a la hora de decidir sobre una startup. Según estimaciones de Sifted la cantidad recaudada se ha reducido hasta 30% y Startup Genome predijo que la inversión global en startups podría caer hasta 28,000 millones de dólares en 2020. Este escenario es el desafío más importante que verán en muchos años.
Ya hemos tocado algunas recomendaciones que podrían funcionar en estos meses: reducir tanto el gasto como sea posible, creación de stress test, ajuste del runaway, estrategias de marketing de contenidos, entre otras. Sin embargo, estas son medidas internas; las startups requerirán además mirar hacia afuera, prestar atención a lo que el mundo necesita y volverse relevante para esas necesidades. En este sentido, sabremos que algunas startups no sobrevivirán, sobre todo aquellas cuyo modelo de negocio sea cuestionable y hasta ahora hayan sobrevivido gracias al capital de riesgo. Pero, habrá otras que saldrán intactas de esta crisis, cuyos modelos han demostrado adaptabilidad, han llevado estrategias adecuadas o han escuchado al cliente con base en lo que hoy necesita.
Evidentemente existen oportunidades para las startups, para aquellas que implementen innovaciones al nuevo contexto y que resulten útiles a corto plazo para resolver la nueva “normalidad” y que caben en los sectores que hemos mencionado, como telemedicina, equipo médico, códigos QR que garantizan el contactless en muchos ámbitos, entregas a domicilio, educación en línea o comercio electrónico por poner ejemplos.
La mala noticia es que no todas las empresas estarán bien posicionadas en sus mercados, ni tendrán las tecnologías para satisfacer las necesidades en estas circunstancias, quizá otras no cuenten con la tracción suficiente para poder levantar capital, no cuentan con el apoyo de un experto para lograr las estrategias adecuadas, además de que, por lo menos nuestro país, no se encuentra en el mejor momento para recibir apoyo gubernamental que rescate a este importante ecosistema de empresas. Lo mejor es que actúen rápido, fortalezcan sus capacidades y quizá la mejor solución la encuentren acudiendo a algún inversionista o experto que les proporcione: networking, mentoría y en el mejor de los casos capital.
Una startup que sabe sortear la crisis atiende a esto como la mejor oportunidad. Es cierto que, si bien el registro de empresas disminuye en tiempos de crisis, también muchas compañías emergen como las grandes innovadoras y disruptivas de nuestros tiempos. Tal es el caso de Dropbox, Uber, Airbnb, WhatsApp, Groupon y Pinterest, fundadas en el periodo de la crisis financiera de 2008, o de Taobao de Alibaba, fundadas durante el brote de SARS en China en 2003.
Esto confirma que los períodos de crisis no sólo son un desafío, sino que también brindan nuevas oportunidades para las startups. Y tú ¿ya estás implementando tus estrategias, sabes cómo y con quién levantar capital o contar con asesoría experta para sortear esta crisis?