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Los 5 errores de las empresas medianas mexicanas

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) existen 4 millones 15 mil unidades empresariales de las que el 99.8% son pequeñas y medianas empresas (PyMes), las cuales generan el 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y el 72% de los empleos en México.

Pese a estos números, durante el sexenio anterior cerraron más de 350 mil pequeños y medianos negocios debido a, entre otras razones, una mala administración, productos fuera de tiempo o no contar con el equipo adecuado.

Ante ello es necesario una evolución constante y tomar tiempo para prepararte correctamente, lo que ayudará a evitar futuros errores.

Para auxiliarte con ello, aquí te mostramos algunos de los errores más comunes que cometen las empresas medianas mexicanas, de acuerdo con la consultora de empresas especializada en startups, G2 Consultores.

1.- No estar preparado para escalar

Las empresas que están llegando al siguiente nivel piensan que su equipo de trabajo debe ser el mismo que en el nivel pasado, sin pensar que se necesitarán nuevas habilidades para poder lidiar con los nuevos retos que se presentarán.

“Lo que te funcionó en la etapa A no es lo mismo que te funcionará en la etapa B”, comenta Israel Cerda, socio de G2 Consultores. “Normalmente se puede distinguir porque son habilidades completamente distintas, pero es importante saber que el cliente al que le vendías en la etapa A ya cambió, y tienes que pensar en satisfacer las necesidades de un cliente B”, agregó.

A medida que la antigüedad de la empresa crece también el volumen de ventas; sin embargo, el 44% de las empresas de más de cinco años continúan con un volumen de ventas estancado, según una encuesta de Konfío. Y esto se refleja en la productividad, de la cual las empresas grandes en México tienen una 1.7 veces mayor al de las medianas.

2.- Idealizar tu empresa.

Idealizar a tu empresa, tu producto o tu servicio no necesariamente es malo, sin embargo, centrarte sólo en la visión de captar clientes y crecer y no en la forma de operar puede traerte grandes problemas.

“No analizar la forma en la que ejecutas y operas tu negocio puede ocasionar que pierdas de vista una de las cosas más importantes: los indicadores de tu empresa, pues estás dejando de atender un seguimiento puntual de lo que está pasando y por qué está pasando”, añadió Cerda.

Según una encuesta realizada por Geckoboard, las pequeñas y medianas empresas que revisan sus Key Performance Indicators (KPI’s) tienen el doble de probabilidades de alcanzar sus objetivos.

3.- No tener un consejo de administración

Los consejos de administración pueden ofrecer balance, perspectiva y contactos estratégicos para la empresa, logrando guiarla a la dirección correcta; sin embargo, no contar con uno o tener uno mal implementado o viciado puede resultar en un lastre innecesario.

“Muchas empresas medianas no tienen un consejo de administración, eso significa no contar con personas allegadas que  conozcan el negocio y que puedan aportar su conocimiento, que sepan cómo se está llevando la empresa y que puedan indicar los errores y puntos ciegos de ésta”, añadió el socio de G2 Consultores.

De hecho, la tendencia en México es que la mayoría de las empresas cuentan con un consejo de administración, sin embargo las medianas (93%), lo tienen en menor medida que las pequeñas y las grandes (96% cada una), según un estudio de Deloitte.

4.- Subestimar los puestos estratégicos

Muchas veces se subestiman los puestos estratégicos en las compañías cuando se está en crecimiento y, frecuentemente, son los familiares quienes los ocupan. No es lo mismo el personal que se necesita cuando el proyecto está iniciando, al que se requiere cuando la empresa llega a un nuevo nivel, sin mencionar que a veces los vínculos sanguíneos entorpecen aún más la operación.

Según datos de la Condusef y de la Secretaría de Economía, de cada 100 empresas nuevas que se establecen en el país, 65 desaparecen antes cumplir los dos años de vida, principalmente debido a una administración deficiente y a la falta de conocimientos de los responsables en puestos claves de las empresas.

“En las etapas avanzadas de una empresa es normal que los emprendedores se sientan mucho más seguros de qué es lo que tienen que hacer, pero a veces no se dan cuenta de que necesitan de asesorías y personal especializado que los puedan ayudar en el siguiente nivel, pues ya es otro tipo de gente la que debe estar ahí”, detalló.

5.-  Dirección solar

La dirección solar sucede cuando la organización depende completamente del director general, quien toma las decisiones de todo: compras, ventas, reclutamiento de personal, entre otros, creando una dependencia dañina para la empresa, por lo que es necesario crear una operación estructurada que permita operar con mayor autonomía, y contando con personal que tenga los elementos necesarios para alcanzar las metas.

“Lo ideal es formar una organización que no dependa de una sola persona y que cuente con las bases necesarias para poder crecer, expandirse y cumplir la propuesta que pretende en el mercado, para así poder ser más competitiva”, señaló el especialista.

Muchos dueños de nuevos negocios cometen el error de no delegar actividades a los miembros de su equipo y esta es precisamente una de las razones por las cuales muchas medianas empresas no logran sobrevivir. De hecho, un análisis de la firma Salles, Sainz Grant-Thornton, señala que un problema detectado como causa de fracaso de las Pymes mexicanas, es que el 42% de ellas tienen una excesiva centralización de toma de decisiones.

Recuerda que está bien recibir ayuda, en especial si es de los profesionales en el área. Las consultorías pueden ayudar a definir, priorizar, integrar y optimizar los procesos productivos de su empresa según la industria.

En G2 Consultores, te ayudamos a entender los perfiles, procesos, objetivos y la manera más adecuada de medirlos. Contáctate con nosotros y permítenos apoyarte en la creación o actualización de tu estrategia de organización y procesos.

¿Qué KPI’s deben medir las startups al arranque de año?

Las primeras semanas de año pueden ser buen momento para conocer la productividad de tu startup, para ello la mejor forma de hacerlo es a través de las mediciones de KPI (Key Performance Indicators).

Los KPI’s son los indicadores claves de desempeño, es un valor cuantificable que muestra qué tan efectivamente tu empresa está alcanzando sus objetivos de negocio, además reflejan el comportamiento futuro sobre el progreso de tu startup y ayudan a analizar cómo han evolucionado tus ventas; es decir, te muestran el adecuado camino para ir logrando tus objetivos.

Algunos de los KPI’s son importantes para que los fundadores entiendan a fondo su empresa y para los cuales deberían tener una estrategia o un conjunto de éstas para optimizarlos. También hay que tener en cuenta que algunos indicadores no son relevantes para cierto tipo de empresas.

De acuerdo a cifras del Instituto del Fracaso, el 48% de los emprendedores fracasa por no tener indicadores precisos sobre el estado situacional de su negocio, lo que provoca que no puedan realizar un análisis que les permita tomar medidas necesarias para ajustar los errores.

“Cuando hablas de KPI’s lo más importante es que puedas tener acciones o estrategias para poder cambiarlas o mejorarlas y darles seguimiento de manera mensual, lo que te ayudará a contar con una base sobre la que tomar decisiones en tu startup y a decidir cuáles estrategias están o no funcionando y por qué”,  señala Israel Cerda, socio de G2 Consultores, empresa especializada en generar estrategias para proyectos emprendedores.

Conociendo las KPI fundamentales de tu startup puedes accionar mejoras que posibiliten un incremento en tus ventas, por lo que es primordial que se utilicen correctamente.

Aquí te dejamos una lista de las KPI’s que debes medir, según los expertos de G2 consultores:

Ventas o ingresos totales. Este indicador sirve para comprender de cuánto fueron tus ingresos por las ventas que realizaste en un periodo determinado.

“Si bien esta métrica no hay empresa que no la vea, lo más importante es compararla periódicamente y profundizar en otras para que una organización entienda a fondo cómo escalar”, detalla Cerda. Se trata de entender su comportamiento por geografía, por canal, por productos o líneas de productos y de ver con claridad si están apuntando en la dirección correcta.

Nuevo producto. Aquí debes saber cuánto tiempo te tardaste en solucionar o desarrollar un nuevo módulo de tu producto. Para que una empresa, especialmente tecnológica crezca y se consolide, es indispensable hacer mejoras constantes al producto y optimizar el proceso de escuchar a los clientes y reflejarlo en el producto “Si el año pasado fueron seis meses éste se debió reducir por lo menos a tres” puntualizó el socio de G2.

Clientes nuevos. Dato sobre la cantidad de clientes nuevos que adquirieron tu producto o servicio en un periodo determinado. Sirve para saber si la estrategia de ventas funciona o se tiene que modificar. Este dato se puede profundizar a través de la construcción de segmentos para estudiar a fondo la adquisición y el comportamiento de los mismos.

Costo de clientes nuevos. El costo de adquisición de un cliente es la inversión que una empresa hace para adquirir un cliente nuevo. Para que esta métrica adquiera un alto valor para una organización es indispensable evaluar su comportamiento de manera constante y hacer comparaciones entre periodos, ya sea mensuales, trimestrales o anuales.

Ticket promedio. Es el gasto promedio por transacción de un cliente. Si la empresa puede aumentar el ticket promedio con cada cliente, el retorno de inversión será mayor. Existen un sin fin de estrategias que se pueden aplicar para que esta métrica sea útil, entre ellas el up-sale -vender un servicio o producto más caro- o el cross-sale – vender productos complementarios a los que consume o pretende consumir un cliente.

Retención de clientes. Te sirve para ver cuántos clientes te compran año tras año y para establecer tus objetivos de fidelización hacia futuro. A menos que tengas un modelo de negocio en el que únicamente vendas una vez a cada cliente, es una de las métricas con más impacto en la rentabilidad de una startup, dado que según estudios resulta entre cinco y seis veces más caro atraer un cliente nuevo que venderle a uno que ya tenemos.

NPS (Net Promoter Score). Este Indicador te permite conocer la lealtad de tus clientes y cuántos de ellos están dispuestos a recomendarte. Se mide en una escala de 0 a 10 si recomendaría la empresa a otra persona. Se calcula con el porcentaje de personas que responden abiertamente que sí (9 y 10) menos el porcentaje que dice no, en sus distintos grados (0 a 6), excluyendo a quienes están dudosos (7 y 8).

Clientes perdidos. Indicador sobre cuál es el porcentaje de clientes que deja de comprarte cada año. Aquí debes profundizar en entender cuáles son las causas de su deserción y qué debes hacer en el futuro para que tus clientes permanezcan más tiempo contigo.

Recuerda que está bien recibir ayuda, en especial si es de los profesionales en el área. Las consultorías pueden ayudar a definir, priorizar, integrar y optimizar los procesos productivos de su empresa según la industria.

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El reparto de acciones de una startup, ¿el primer error de los fundadores?

Tener un negocio propio y trabajar para uno mismo es una idea que a casi todos nos ha pasado alguna vez por la cabeza. Pero ¿qué pasa cuando no eres el único “jefe” y existen varios fundadores entre los cuales se tienen que dividir la empresa, las decisiones y las ganancias?

En el argot se dice que el reparto de una startup es un éxito si todos los cofundadores son igualmente infelices. Es un punto complejo que tendrá grandes repercusiones en el futuro y en el que muchos emprendedores cometen su primer error, puesto que no necesariamente se trata de una división equitativa, sino de un reflejo de obligaciones y responsabilidades.

De acuerdo con Israel Cerda de la Garza, socio de la firma G2 Consultores -empresa especializada en generar estrategias para proyectos emprendedores-, es importante resaltar dos temas relevantes: el primero, ¿cuánto valor aporta cada persona a la compañía?; y segundo, ¿cuánto va a trabajar cada uno para sacar adelante el proyecto?

“Uno de los principales errores es creer que van a aportar todos lo mismo, por lo que es necesario identificar las funciones de cada persona y el valor que aportan. Vale la pena establecer acuerdos por adelantado describiendo los escenarios negativos que podrían ocurrir en el futuro, de esta forma evitarían muchas controversias y aumentar las posibilidades de éxito de las nuevas empresas”, señala Cerda.

A partir de esto, existen claves que como emprendedor no se deben dejar pasar al momento de repartir una startup:

No repartir el capital equitativamente. Joel Spolsky, creador del software de gestión de proyectos, Trello, señala que es relevante delimitar desde el comienzo a quién se considera socio o fundador, sobre la base de que si los cofundadores no dedican tiempo completo a la startup, el trato y la retribución deben ser diferentes.

Partiendo de esto, antes de una etapa de inversión, el reparto debería considerar que los cofundadores conserven entre 80 o 90% de la empresa, de esta forma todavía pueden hacer acuerdos entre los accionistas y delegar, en una persona, todos los derechos de voto para las decisiones estratégicas, señala Cerda.

Definir las tareas. Una startup la hace el equipo que la conforma, por lo que es necesario identificar las tareas de cada fundador. Lo habitual es que todo proyecto se inicie con un grupo reducido de personas y dejar claro quién estará al frente de cada área de trabajo.

Valuar la participación de cada miembro en el presente y a futuro. Para cada una de las etapas de crecimiento de las startups se requieren de personas con talentos y capacidades adecuadas para alcanzar los objetivos, por lo que es necesario más socios. Estos pueden ir desde socios trabajadores, inversores, asesores o colaboradores, los cuales será necesario entender bien qué aportan al proyecto, para qué se necesitan y durante cuánto tiempo.

“Pero lo más importante, es comprender qué quieren a cambio, ya que puede ir desde un interés económico, contribución o una participación de la startup”, subraya Cerda.

Cuidar no perder más del 20% en las primeras rondas frente a inversionistas. Dentro de las mejores prácticas de la industria los fundadores deben mantener hasta el 50% antes de una inversión serie A, sobre todo para que sigan motivados en el proyecto.

Un ejemplo del reparto, para la primera ronda de financiamiento, sería que los fundadores conserven entre 20 o 30%, los inversores Ángel también entre un 20 y 30%, los proveedores de capital de riesgo de 30% a 40%.

“Ya cuando llegas a series B, C, o D, si ya tienes 10% a lo mejor van a preferir que otra persona realice su trabajo y enfocarse en otro emprendimiento en donde sea más rentable”, indicó el miembro de G2 Consultores.

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Siete pecados que las startups no deben cometer en su crecimiento

En todas las etapas de crecimiento, desde la conformación de la idea, la puesta en marcha o hasta alcanzar una inversión, las startups enfrentan situaciones que perjudican su evolución o las conducen al fracaso.

“En la industria de las startups hay fallos, errores y también pecados que todos cometemos… La mayoría de los casos que se observan en el ecosistema de México tienen que ver con temas de administración, finanzas y métricas de los negocios”, explica Israel Cerda de la Garza, socio de la firma G2 Consultores.

El Instituto del Fracaso señala que las cinco causas de fracaso en los negocios en México son: ingresos insuficientes para subsistir, falta de indicadores, no contar con un proceso de análisis, planeación deficiente y problemas en la ejecución.

“La habilidad y disposición de los emprendedores para acercarse con asesores y expertos que les ayuden y los guíen en su crecimiento puede brindar herramientas necesarias para el crecimiento del negocio”, recalcó Israel Cerda de la Garza.

En este sentido, G2 Consultores comparte una lista de los principales pecados que las startups deben evitar:

No reclutar el talento adecuado

No identificar objetivamente las necesidades de capital humano es un pecado en el ecosistema emprendedor, ya que para avanzar en las distintas etapas de crecimiento de una startup se requieren conocimiento y habilidades específicas en el equipo. Por ejemplo, el director de tecnología (CTO) que generó el MVP (Minimum Viable Product) en una empresa de software, requiere escalar sus capacidades para participar proactivamente en el crecimiento esperado después de una ronda de inversión Serie A, y aunque resulte difícil en ocasiones, es necesario realizar ajustes en el equipo si se detecta que el talento no es el adecuado para el objetivo.

Subestimar el valor de las personas

Uno de los pecados más recurrentes que cometen los emprendedores, es no reconocer las aptitudes de sus colaboradores o suponer que ellos solos tienen la capacidad para realizar todos los procesos de la compañía, subestimando el valor que cada miembro del equipo aporta al crecimiento. La confianza en el equipo permite a los líderes enfocar su atención a actividades críticas como planear la consolidación de la startup y de paso ampliar sus habilidades empresariales.

No escalar el equipo

No analizar la carga de trabajo impide determinar el momento adecuado para integrar nuevo talento o capacitar a determinadas áreas de la organización, provocando falta de agilidad que limita el crecimiento de la empresa. Para alcanzar los objetivos de la empresa, se requiere una organización balanceada con metas definidas y personal suficiente para ejecutar las tareas claves.

Por ejemplo, al crecer la cartera de clientes podría requerirse fortalecer el área de operaciones para brindar un servicio adecuado.

No estandarizar los procesos

En etapas tempranas, cada área implementa sus propios procesos de trabajo y entregan resultados sin problema; sin embargo, cuando la operación aumenta o el equipo crece, resulta más complicado mantener la productividad y la competitividad. Estandarizar los procesos del negocio sirve como guía para todas las áreas, optimiza el tiempo de trabajo y recursos económicos. Los roles de cada trabajador deben estar claramente definidos, así como sus responsabilidades, de esta manera es mucho más fácil llevar el control de cada departamento.

Falta de planeación de flujos de capital

Ser demasiado optimista al momento de pronosticar los ingresos del negocio es de las principales causas de fracaso de una startup. Las fases de crecimiento de las startups están planeadas en lapsos de 12 a 18 meses, mismo tiempo en el que el capital debe ser administrado hasta a la nueva ronda de inversión. No ejecutarlo de esta manera, motiva a buscar financiamiento de forma impulsiva, provocando la disminución de la participación accionaria, recolección de inversiones sin control y desincentivando futuras rondas.

No conocer la salud de la startup

Durante las etapas tempranas, las startups cometen el error de dar seguimiento solo a algunos indicadores como ingresos y clientes. Sin embargo, existen otras métricas que revelan el desempeño de manera más amplia y permiten trazar estrategias de mejora, como la medición del burn rate, alcance del posicionamiento, retención de clientes, calidad en el servicio. Definir y monitorear regularmente los indicadores clave de la industria acorde a tu modelo de negocio te permitirá conocer el estado de tu emprendimiento.

Falta de un gobierno corporativo

Usualmente antes de alcanzar una inversión Serie A, las startups desestiman la conformación de un gobierno corporativo; sin embargo, implementar prácticas como sesiones de consejo y rendición de cuentas fortalece la confianza de los futuros inversionistas, el camino hacia más las fuentes de capital necesarias para el crecimiento de la compañía.

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Emprender con éxito es más que tener una buena idea

Las startups de alto impacto como Rappi, Airbnb, Stripe o Uber nacieron de una buena idea, pero no es lo único que se requiere para alcanzar el éxito. Gran parte de los logros de una empresa se deben a las habilidades, conocimientos y experiencia de sus fundadores.

Israel Cerda de la Garza, socio de la firma G2 Consultores, menciona que la mayoría de las personas creen que una gran idea es la clave de todo éxito en las startups, pero eso es sólo es una pequeña parte. “Una buena idea debe resolver una necesidad del mercado, funcionar y ser escalable, y para alcanzar dichos objetivos los emprendedores necesitan habilidades desde el inicio y desarrollar otras que adquieren sobre la marcha”.  

Un estudio de la consultora TTI Success Insights realizado a un grupo de emprendedores a nivel mundial, arrojó que las principales aptitudes que presentan este tipo de personas son la persuasión, liderazgo, responsabilidad personal, orientación hacia objetivos y habilidades intrapersonales.   

En el caso de México, de acuerdo con el Instituto del Fracaso, iniciativa de Fuckup Nights que estudia las historias de fracaso de más de 50 países, el emprendedor tecnológico mexicano inicia su empresa cuando tiene entre 25 y 40 años, más del 88% tiene experiencia laboral previa, 42% cuenta estudios de posgrado, de los cuales 10.5% tiene el grado de doctorado y 31.5% de maestría, el 42% es profesionista y el 10% abandonó la universidad, y más del 90% son hombres.

Si bien no existe un perfil específico para determinar si una persona es o no emprendedor, lo que es un hecho es que las habilidades de los fundadores, junto con la ejecución del proyecto, son piezas fundamentales para el éxito de la empresa, mucho más importantes que la idea en sí.

“Deben desarrollar y fortalecer habilidades valiosas, además de buscar constantemente fondos, administrar el capital, despertar el interés de los inversionistas, conocer a detalle el desempeño financiero y comercial de la empresa, y medir la operación, por mencionar algunos de los principales elementos”, asegura Israel Cerda.

El equipo de expertos de G2 Consultores te comparte las siguientes habilidades básicas que deben tomar en cuenta los emprendedores para desempeñarse de una manera más ágil y flexible:

Análisis objetivo

La habilidad de escuchar lo que ocurre en el mercado y discernir con objetividad sobre las fortalezas y debilidades del producto o servicio, modelo de negocio y talento humano, son una constante para los emprendedores. Deben contar con inteligencia emocional para actuar con objetividad.

Si el mercado te manda señales de que las cosas no van bien, entonces es momento de replantear la estrategia (pivotear) y medir de cerca los resultados obtenidos con el cambio realizado. Escuchar a tu mercado y tomar acción en lo detectado es fundamental, no hacerlo normalmente termina en fracaso.

Reconoce tus fortalezas y debilidades

Para ser un emprendedor exitoso es necesario reconocer las fortalezas, pero también es importante detectar las debilidades para trabajar en ellas. Esto es una característica muy valorada por la industria, además de ser la base para seleccionar al equipo correcto que cubra esas brechas en la startup. El mismo estudio de TTI Success Insights señala que la falta de autogestión de sí mismos, planeación y organización son las cualidades que más carecen entre los emprendedores.  

Adaptación a cualquier escenario

El mundo de los negocios se mueve cada vez más rápido, por lo que es imprescindible adaptarse a cualquier cambio. Normalmente los emprendedores enfrentan los retos del mercado y adquieren el conocimiento que les hace falta sobre la marcha, si uno quisiera esperar a estar 100% preparado para emprender con éxito, sería ya tarde para el mercado. Es necesario definir y ejecutar un plan para adquirir ese conocimiento y fortalecer las debilidades.

Nociones de administración

Finanzas, contabilidad, producción, asuntos legales y operación de la empresa son temas que los emprendedores deben tener presente en todo momento, por lo que es importante que tengan nociones de cómo se llevan a cabo dentro de su empresa. Además, contar con esa información facilita la toma de decisiones estratégicas, tanto de la dirección de la startup como de inversionistas y accionistas.

Confiar en los expertos

Los consultores y mentores son jugadores muy solicitados en el ecosistema emprendedor. Su trayectoria y experiencia ayudan a las startups en las diferentes fases de su crecimiento, por lo que alejarse de ellos resulta ser un grave error. Es recomendable acercarse a ellos para solicitar consejos, asesorías y tomarlas en serio. Todo a favor de fortalecer las debilidades de los fundadores y adquirir ese conocimiento que se requiere para lograr el éxito en las siguientes etapas de la empresa.

Resiliencia emocional

La resiliencia es la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades, superarlas y seguir adelante. Las startups enfrentan una enorme cantidad de retos e incluso de fracasos, es por ello que la resiliencia resulta una característica muy valorada y prácticamente necesaria en un emprendedor. Es una gran herramienta que otorga una ventaja competitiva y convierte cada momento difícil en una oportunidad de crecimiento.

En conclusión, una buena idea es el origen de un emprendimiento, pero para que éste alcance el éxito es necesario que los emprendedores adquieran el conocimiento y las habilidades adecuadas para escalarlo. Recuerda que está bien recibir ayuda, en especial si es de los profesionales en el área. Las consultorías pueden ayudar a definir, priorizar, integrar y optimizar los procesos productivos de su empresa según la industria.

En G2 Consultores, te ayudamos a entender los perfiles, procesos, objetivos y la manera más adecuada de medirlos. Contáctate con nosotros y permítenos apoyarte en la creación o actualización de tu estrategia de organización y procesos.

¿Cómo evitar tres principales razones de muerte de las startups en México?

El ecosistema emprendedor en México muestra un importante crecimiento en los últimos años, derivado de la intervención del gobierno y la industria privada a favor de iniciativas encaminadas a fortalecer la creación de startups y, sobre todo, el desarrollo económico del país. De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es el segundo mejor país para emprender, además, el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), señala en su más reciente informe, que en promedio, cada mes se abren cerca de 35,000 negocios.

Sin embargo no todo es viento a favor, un estudio del Consejo Coordinador (CCE) revela que 75 por ciento de las empresas mexicanas cierran a los cinco años de su creación y que son muy pocas las que pueden crecer aceleradamente.

Israel Cerda de la Garza, socio de la firma G2 Consultores, explica que las principales razones de muerte para las startups mexicanas se centran en tres factores: crear productos sin entendimiento del mercado, la falta de madurez del mercado y la incapacidad de operar el negocio.

“Las startups pasan por diferentes etapas críticas, y para salvarlas es necesario ejecutar pequeñas acciones clave que las proyecten a alcanzar sus objetivos de crecimiento y de mercado de una manera más segura y, sobre todo, no morir en el camino”, aseguró el experto, ya que lejos de conformarse con el destino de las startups, “los emprendedores tienen la oportunidad de acercarse a incubadoras, aceleradoras y consultoras que pueden apoyarlos a profesionalizar sus proyectos, incluso proporcionar una visión más clara del camino que deben seguir”.

La firma G2 Consultores comparte las siguientes recomendaciones para evitar la muerte de las startups mexicanas.

1.- Diseñar un producto para satisfacer una necesidad en el mercado.

El Instituto del Fracaso señala que la razón por la que cerca del 36 por ciento de las startups mexicanas fracasan, es debido a no tener un modelo de negocio estable y buscan vender productos que el mercado no necesita.

“Para que un producto o servicio tenga éxito, su primer objetivo debe ser entender la necesidad del mercado y diseñar una solución que la satisfaga. Para ello se requiere crear un Producto Viable Mínimo (MVP) con las características necesarias y probarlo en el mercado hasta que, a través de métricas, se tenga certeza de que se ha logrado entender a los usuarios y se pueda comenzar una ruta de expansión”, explicó Israel Cerda.

2.- Inmadurez del mercado objetivo.

Desarrollar un producto o servicio innovador no es garantía del éxito, más aún si el mercado no está preparado para ello. Por ejemplo, las nuevas tecnologías ofrecen herramientas robustas para hacer realidad la telemedicina, pero la infraestructura, doctores o pacientes, aún se rehúsan a confiar en lo digital para temas de salud.

“El timing para lanzar un producto al mercado es muy importante para el buen desarrollo de los negocios. Puedes tratar de hacer una disrupción con innovación, pero si el mercado potencial no está listo para ello, por cultura o por acceso, el fracaso será inminente porque te ahogas en gastos de atracción de clientes y posicionamiento sin alcanzar los objetivos empresariales”, subrayó el socio de G2 Consultores.

Adelantarse a su tiempo puede ser lo mismo que equivocarse. Es necesario que los emprendedores estén atentos a las tendencias tecnológicas, económicas y culturales del mercado en el que desean incursionar.

3.- Ineficiente estrategia comercial

Las ventas son un factor fundamental para asegurar la rentabilidad de una empresa, permitiéndole no solo sobrevivir, sino crecer. En consecuencia, no vender lo suficiente para ser rentable, es una señal directa que lleva a la muerte de una startup.

“La filosofía de una startup de alto impacto se centra en crecer aceleradamente. El crecimiento no sólo se enfoca en atraer más clientes, la estrategia de expansión debe ir adecuada a la capacidad de producción. Además, debes plantear objetivos de ventas y crecimiento en función de la oportunidad que existe en el mercado, no de lo que puedes hacer hoy”, finalizó Israel Cerda, socio de la firma G2 Consultores.

Finalmente, es importante señalar que los proyectos de emprendimiento se fortalecen cuando los emprendedores realizan un seguimiento oportuno del desempeño de sus negocios, a través del análisis de indicadores, planeación de objetivos y mejora de los procesos.

Recuerda que está bien recibir ayuda, especialmente si esta proviene de expertos en la materia. Detectar nuevas oportunidades o incluso las señales de que tu empresa está fallando puede salvar tu negocio, sin embargo, tan sólo el 12% de las empresas deciden buscar ayuda.

Por ello, en G2 Consultores, te ayudamos a desarrollar tu planeación estratégica para que cuentes con las herramientas necesarias y llevar así tu negocio al próximo nivel. Contáctate con nosotros y permítenos apoyarte en la creación o actualización de tu planeación estratégica.

Principales señales para saber si una startup está fallando

Crear una startup exitosa no es tarea fácil, los emprendedores requieren dedicación especial para crecer aceleradamente los negocios. Pero esa entrega desmedida en ocasiones, no les permite detectar las señales que representan fallas en la operación de las empresas.

Cada señal de falla es una oportunidad para mejorar si se saben aprovechar. Sin embargo, la habilidad de reconocerlas requiere de experiencia. Un reciente estudio del Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial, revela que 75% de los emprendimientos no sobreviven más de dos años. Mientras que la principal causa del fracaso de los emprendedores en México es por ingresos insuficientes para sobrevivir (65%), según el Global Failure Index del The Failure Institute.

En ocasiones, la pasión de los emprendedores los lleva a suponer que el modelo de negocio trabajará por sí solo, porque es innovador y disruptivo. Sin embargo, deben tener en cuenta que es necesario evaluar cada una de las áreas que conforman a una startup, desde comercial y ventas, operaciones y desarrollo de tecnología. El correcto funcionamiento de cada una de ellas refleja la salud de una empresa.

De acuerdo con Isabel Soto, gerente de consultoría de la firma G2 Consultores, las señales de falla en las startups mexicanas recaen principalmente en tres rubros: la falta de una necesidad de los servicios o productos ofrecidos en el mercado, la falta de financiamiento y la capacidad de ejecución del equipo.

Generalmente los emprendedores recurren a la experiencia y al conocimiento de otros para identificar las señales de falla que, si no son atendidas, provocan el fracaso de una startup. Es por ello que G2 Consultores se dio a la tarea de analizar las principales señales que revelan una falla en las startups.

1. No estás vendiendo, porque tu mercado no necesita el producto o servicio que ofreces

El mejor indicador para saber si una empresa está en problemas son las ventas. Pero, y este es un gran pero, si las ventas muestran una curva decreciente, está más que claro que la empresa está en serios problemas.

“Las causas son muchas, desde la incapacidad del equipo comercial, una propuesta sin valor, hasta que el entorno del sector sea adverso. Si no hay ventas, no importa que todos los demás indicadores sean saludables, en algún momento deberá cerrar la empresa”, dijo Isabel Soto.

Una poderosa razón de este problema, para una startup, es que el mercado no tiene necesidad del producto o servicio ofrecido. “Si este es el caso, aunque tengas un gran precio o un gran vendedor, no tendrás éxito en las ventas. Para que un cliente potencial decida comprar un servicio, necesita identificar que le resuelve una necesidad”, agregó. 

2. Se agotan los recursos financieros

La mayoría de las startups tienen un común denominador: recursos limitados. Ante esta realidad, las empresas deben tener perfectamente claro cuánto dinero gastan, generan y tienen disponible. De esta forma, el emprendedor administra los recursos y planea sus necesidades de financiamiento.

“El hecho de que en una startup los ingresos no cubran los gastos regulares no es un problema, siempre y cuando los indicadores, sobre lo que los clientes estarán generando en un futuro, reflejen el potencial de rentabilidad en el largo plazo. El problema es cuando estos indicadores no parecen mejorar, ya que el efectivo se agota y no hay ninguna inversión en puerta”, aseguró la experta de G2 Consultores.

3. Equipo inadecuado

Contar con un equipo multidisciplinario con habilidades distintas, pero complementarias, es crítico y, más aún, que compartan una visión sobre el futuro de la compañía. No hacerlo es una señal de falla que podría dar lugar a que cada quien trabaje para sus propios intereses, y esto termina por afectar las operaciones de la empresa.

Aunque el equipo fundador no sea perfecto, siempre existe la posibilidad de atraer talento clave que complemente las habilidades y aporte valor al equipo fundador. Una señal de falla sería la incapacidad de atraer, retener y motivar al talento clave.

Por ejemplo, el mercado de profesionales de Tecnologías de Información (TI) durante 2017 tuvieron una tasa de rotación de 17%, según la firma IDC. Es decir que ante el crecimiento de la industria existe una mayor demanda capital humano.

En este mismo sentido, tener una tasa de rotación de personal más alta que los estándares del mercado, sumado a la salida de personas clave a otros lugares, es señal de que la empresa se encuentra en una etapa crítica y podría ir en decadencia. Este indicador preocupa a todos los interesados en el emprendimiento, desde la fuerza de trabajo, fundadores y hasta los inversionistas.

4. Capacidad de ejecución, que se refleja en la incapacidad de cumplir con el servicio o producto prometido

Cuando una empresa cuenta con un producto o servicio altamente innovador, tienden a confiarse de que satisface las necesidades de los clientes. La realidad es que no hay productos perfectos, por lo que siempre es necesario que el equipo de trabajo tenga la capacidad de operar para cumplir con las necesidades de los clientes.

Por ejemplo, aunque Uber cuenta con una tecnología que permite automatizar el proceso de movilizar clientes, también tiene un departamento de soporte que resuelve temas que no estaban contemplados en el producto inicial. Así es que, una señal de que el producto no es perfecto lo refleja la satisfacción de los clientes.

Conseguir clientes es una tarea primordial en el crecimiento de una startup, pero perder clientes que representan un ingreso importante para la empresa, es una señal fatal. No cumplir con los acuerdos de servicio o entregar productos de mala calidad, son condiciones que inciden en la continuidad de los clientes, lo que refleja un Lifetime Value (LTV) desfavorable y no se logra la rentabilidad deseada del cliente.

“En el momento en que un cliente importante se va con la competencia, es tiempo para que el equipo directivo reconozca que necesita ayuda”, enfatizó Isabel Soto, gerente de consultoría de la firma G2 Consultores.

Consolidar una startup requiere tiempo, dedicación, trabajo, compromiso y en ocasiones suerte. Es por ello que no existe una única razón de las señales de falla, las causas son varias y cambian en cada emprendimiento. Es importante estar al pendiente de todos los procesos de negocio e identificarlas.

Recuerda que está bien recibir ayuda, especialmente si esta proviene de expertos en la materia. Detectar nuevas oportunidades o incluso las señales de que tu empresa está fallando puede salvar tu negocio, sin embargo, tan sólo el 12% de las empresas deciden buscar ayuda.

Por ello, en G2 Consultores, te ayudamos a desarrollar tu planeación estratégica para que cuentes con las herramientas necesarias y llevar así tu negocio al próximo nivel. Contáctate con nosotros y permítenos apoyarte en la creación o actualización de tu planeación estratégica.

Estos son los indicadores de que tu startup tiene buena salud

A diferencia de una empresa tradicional, una startup no necesariamente tiene que ser rentable durante sus primeros años. Empresas como Uber o Rappi, a pesar de su gran popularidad y éxito entre los inversionistas, no son empresas rentables. Lo realmente importante para una startup de alto impacto, sobre todo durante sus primeros años, es tener indicadores de crecimiento sanos.

Un enfoque en estos indicadores le dará certeza a potenciales inversionistas, pero también le dará a los directivos de la empresa un panorama claro sobre dónde están parados y los pasos a seguir para continuar creciendo. Es importante que los emprendedores conozcan profundamente estas métricas y les den seguimiento de manera casi obsesiva.

Los indicadores más relevantes varían de acuerdo con la empresa y según su modelo de negocio, aunque de manera general se les conoce como unit economics y se refieren a factores que harían rentable a una empresa en particular.

“Si tu startup va a ser de alto rendimiento, entonces deberías tener crecimientos de doble dígito o más en base de clientes y número de usuarios”, recomendó Jorge González Gasque, director general de G2 Consultores y especialista en startups. “Tu crecimiento debería ser más veloz que el del mercado. Tienes que pensar que, al empezar, tu número de clientes es menor que el de una empresa consolidada, por lo que deberías crecer más rápido”, agregó González Gasque.

Estos son algunos de los indicadores que deberías tener en cuenta para asegurarte que tu startup goza de buena salud:

1. Velocidad de crecimiento

Aunque enfocarse en ventas y rentabilidad suele ser el principal objetivo de grandes empresas, el crecimiento es un factor que los inversionistas valoran mucho en empresa tecnológicas jóvenes que no debe ignorarse. Podrá sonar contraproducente enfocarse más en crecimiento que en ganancias, pero cuando hablamos de tecnologías disruptivas, el crecimiento es un factor vital para la competitividad de la empresa.

“Una métrica más o menos válida en términos de una empresa de base tecnológica es un crecimiento anual de no menos de 100%”, añadió González Gasque.

2. Crecimiento orgánico.

No existe mejor vendedor que un cliente satisfecho. Tu capacidad de viralizar tu producto o servicio, y con ello conseguir referencias, es básico para el crecimiento exponencial de tu empresa.

“Venderle a cada cliente a través de la publicidad resulta bastante caro, pero si das un estupendo servicio y generas una gran reputación, entonces puedes crecer a base de referencias”, puntualizó González Gasque.

Un ejemplo de esto es el modelo de Uber, que detonó su crecimiento en México gracias a un sistema que premiaba a los usuarios por recomendar su servicio, que apoyándose en la buena reputación de la marca Uber, le permitió a la compañía adquirir nuevos clientes a bajo costo.

3. Repetitividad

El número de veces que haces que un cliente realice transacciones contigo se convierte en una variable que incrementa mucho el valor de una empresa. Si después de adquirir un cliente, te estará comprando de forma constante o repetitiva, a la larga su valor será mucho mayor.

Hay modelos de negocios en los que eso es difícil de lograr. Por ejemplo si vendes hipotecas, no es muy común que un cliente compre muchas casas. En estos casos buscar maneras adicionales de monetizar tu base de clientes puede ser muy útil.

4. Rentabilidad unitaria

No puedes vender en 8 pesos algo que te cuesta 12. Si bien la rentabilidad de la startup no es indispensable al inicio, la rentabilidad de tus operaciones no está a discusión.

“Está bien que una startup pierda pero sólo si está perdiendo para crecer. Si en cada ticket de venta pierde, entonces es un caso perdido. Si cuesta 5 mil pesos adquirir un cliente y le vendes sólo 5 mil pesos a ese cliente entonces eres un desastre”, señaló González Gasque.

Antes de pensar en escalar, es necesario tener una rentabilidad unitaria sólida, pues de lo contrario tu startup perderá mucho dinero.

5. Churn rate o tasa de cancelación de clientes

¿Qué tan rápido pierdes a tus clientes? El churn rate se refiere al porcentaje de clientes o suscriptores que pierdes en un periodo determinado. Mientras más alto sea este número, peor trabajo estás haciendo en tu startup para retener a tus clientes. Esta es una de las métricas más importantes de una startup, pues resulta más barato y rentable conservar a tus clientes que salir a buscar nuevos.

Aunque no es realista esperar tener un churn rate de 0%, es importante mantener este número lo más bajo posible, pero sobre todo investigar qué es lo que causa tu pérdida de clientes.

En lugar de especular, lo recomendable es ir directamente con tus antiguos compradores para preguntarles por qué se fueron a través de encuestas o entrevistas. Con esa información podrás cambiar tus procesos para atajar esos problemas y aumentar tu retención de clientes.

Es importante pedir ayuda cuando se necesite, ya que puede ser complejo detectar las oportunidades y fortalezas de tu negocio. Sin embargo, sin una planeación estratégica no hay forma de alcanzar las metas que se fijaron para la empresa.

En G2 Consultores, te ayudamos a desarrollar tu planeación estratégica para que cuentes con las herramientas necesarias y llevar así tu negocio al próximo nivel. Contáctate con nosotros y permítenos apoyarte en la creación o actualización de tu planeación estratégica.

Consejo de administración, un arma de dos filos para las startups

Los consejos de administración pueden ser un arma de dos filos para las empresas. Bien implementados ofrecen balance, perspectiva y contactos estratégicos, logrando guiar a la empresa en la dirección correcta. Por el contrario, un consejo administrativo viciado puede llegar a resultar un lastre innecesario.

“Muchos emprendedores sólo construyen un gobierno hasta que los fondos de inversión les exigen presencia en el consejo”, explicó Jorge González Gasque, director general de G2 Consultores y especialista en startups. “Un buen consejo puede ayudarte a tomar mejores decisiones en cualquier etapa de la empresa, por eso es importante tener buenas prácticas de gobierno corporativo”, recomendó.

Las empresas constituidas tienen la opción de formar consejos de administración, con las ventajas y responsabilidades que esto conlleva. Los consejos supervisan la dirección de una empresa, guiando la actuación de los directivos.

Más que un formalismo o una herramienta de control sobre la empresa, los consejos tienen el potencial de ser una guía útil que encamine a los emprendedores en la dirección indicada, haciéndole ver sus errores y puntos ciegos.

Para evitar caer en vicios, a continuación te presentamos 5 errores comunes al conformar y trabajar con un consejo de administración:

1. Hacer un consejo demasiado cómodo o a la medida

Reunir en un consejo solamente a amigos del director, o a personas con los mismos perfiles y disciplinas, es una receta para el fracaso, pues los consejos demasiado cómodos son peligrosos.

Es necesario que los integrantes cuestionen constantemente el rumbo de la dirección, que cuenten con perfiles complementarios para poder darle mayor profundidad a las discusiones y que sean de diferentes industrias para que puedan ofrecer mejores perspectivas.

“Si no eres bueno para finanzas, consíguete un financiero, si no eres bueno para las relaciones con el gobierno busca a alguien que tenga experiencia en eso. La complementariedad de los consejeros es básica”, recomendó González Gasque.

Con un consejo de amigos, que apoyarán al emprendedor en cada decisión, no se obtendrá nada del ejercicio y mejor valdría no tener uno en primer lugar.

2. Consejos demasiado pequeños o demasiado grandes

Un error común es tener consejos con tamaños imposibles de trabajar. Algunas empresas invitan a todos sus accionistas a las reuniones del consejo, lo que tiene como resultado salas de juntas a reventar en donde es imposible participar y donde no todos los presentes entienden el funcionamiento de la compañía.

En otros casos los consejos son de dos o tres personas, por lo que una ausencia es mucho más notoria y se vuelve más difícil avanzar.

Aunque no existe un número ideal, es importante que el consejo esté bien balanceado, con consejeros inteligentes que puedan aportar valor a la toma de decisiones de la empresa.

“Un buen consejo debe tener variedad y no incluir solamente a los socios”, aconsejó González Gasque. “Búscate también independientes y si es posible págales o busca la forma de agradecerles que se hayan tomado la molestia”, añadió.

3. Tener reuniones sin disciplina

La falta de disciplina hace que los consejeros pierdan el interés. No tener una agenda, cancelar juntas o no enviar información consistente previo a la reunión, le resta formalidad al ejercicio.

“Si lo conformaste de manera tan casual que las reuniones son como juntarse a jugar dominó entonces no tiene caso”, ironizó González Gasque.

Un consejo debe tener un calendario, reuniones periódicas, entregar información a tiempo y llevar un seguimiento de los temas importantes. Sólo así existe la certeza de que la dinámica está funcionando y que no se está tirando a la basura el tiempo de todos.

4. El peligro de los reportes incompletos

La entrega oportuna de reportes es lo más básico para que un consejo de administración pueda entender el estado actual de la empresa, sólo así tendrán la información necesaria para tomar decisiones.

Los reportes deben incluir los indicadores importantes y tener métricas comparables, pero sobre todo tener consistencia y honestidad. De nada sirve reportar solamente las buenas noticias, pues es en las malas donde más se requiere la ayuda del consejo.

Está bien recibir ayuda, en especial si es de los profesionales en el área. Las consultorías pueden ayudar a definir, priorizar, integrar y optimizar los procesos productivos de su empresa según la industria.

En G2 Consultores, te ayudamos a entender los perfiles, procesos, objetivos y la manera más adecuada de medirlos. Contáctate con nosotros y permítenos apoyarte en la creación o actualización de tu estrategia de organización y procesos.

4 mitos y realidades sobre las consultoras de empresas

Las pequeñas y medianas empresas generan el 72% del empleo en el país y el 52% del Producto Interno Bruto. A pesar de su importancia para la economía mexicana, muchas PyMEs quiebran al poco tiempo de lanzarse al mercado y el principal responsable es una operación deficiente del plan de negocios.

Aunque el camino más viable para eliminar la incertidumbre es buscar ayuda, menos del 12% de las empresas se asesora con expertos o busca los servicios de empresas de consultoría.

El error de muchos emprendedores es no ver el potencial que tienen las consultorías para mejorar sus procesos y con ello su rentabilidad. Más que un gasto, se trata de una inversión.

“Hay empresas a las que en un inicio les va bien pero al momento de comenzar a crecer es cuando se atoran porque no tienen las habilidades para esta nueva etapa del negocio”, observó Jorge González Gasque, director general de G2 Consultores. “A los empresarios no les da pena decir que necesitan inversión pero sí que necesitan ayuda”, agregó González Gasque.

A continuación te presentamos cuatro mitos y realidades sobre las consultoras de empresas:

1. La consultoría es demasiado cara

Las firmas de consultoría de gestión global han hecho que el campo de la consultoría de negocios parezca costoso. Por ejemplo, algunas empresas estadounidenses de consultoría tienen un rango de precio de 150 mil dólares o más.

La realidad es que existen opciones mucho más económicas y, dependiendo del tipo de servicio, los precios pueden variar radicalmente. Es importante tomar en cuenta que hay consultorías especializadas en diferentes giros y tipos de negocio, por lo que es importante identificar quién puede apoyar mejor al negocio de acuerdo con sus necesidades particulares.

2. ¿Qué va a saber un extraño de mi negocio?

Los directores sienten que son la única persona que puede comprender realmente a su empresa, especialmente si también son el propietario o fundador de la misma.

Aunque conozcan a profundidad su producto y su mercado, dirigir una empresa exitosamente requiere conocimientos de planeación estratégica, estrategias de mercado, financiamiento, entre muchas otras áreas

Un consultor es un experto en examinar negocios desde una nueva perspectiva y enfocarse rápidamente en problemas que pueden haber pasado por alto.

3. Tomará demasiado tiempo

Lo último que un empresario o ejecutivo puede permitirse es perder tiempo en la logística de un proceso de consultoría inesperadamente complejo.

La realidad es que un consultor profesional proporciona un proceso y un enfoque definidos, diseñados para minimizar los compromisos de tiempo por parte de los altos directivos.

Ciertamente se necesitará algo de tiempo, pero en la mayoría de los casos lo que es más esencial es el acceso: acceso para permitir que el consultor reúna información, recopile datos, revise documentos y entreviste personas.

En resumen, el consultor pasará un poco de tiempo con más personas, en lugar de pasar mucho tiempo con una o algunas.

4. No es para empresas como la mía

En la mayoría de los casos, el director de la empresa es un hombre de orquesta y considera que no hay nadie que les enseñe algo nuevo, por lo que no contempla que un experto en gestión le pueda ayudar para incrementar su utilidad.

La tarea del consultor es, luego de diagnosticar, la transmisión de la experiencia previa en cuanto a decisiones gerenciales, la resolución de problemas o la realización de proyectos para optimizar los procesos de la empresa.

El gran valor del consultor es su experiencia, el conocimiento de las tecnologías, su habilidad para identificar situaciones y darse cuenta de las posibilidades que existen para un negocio.

Es importante pedir ayuda cuando se necesite, ya que puede ser complejo detectar las oportunidades y fortalezas de tu negocio. Sin embargo, sin una planeación estratégica no hay forma de alcanzar las metas que se fijaron para la empresa.

En G2 Consultores, te ayudamos a desarrollar tu planeación estratégica para que cuentes con las herramientas necesarias y llevar así tu negocio al próximo nivel. Contáctate con nosotros y permítenos apoyarte en la creación o actualización de tu planeación estratégica.

Este es el talón de Aquiles de las empresas pequeñas y medianas

Los middle managers son el eslabón perdido en las empresas. Es un puesto necesario para que la operación se ejecute correctamente, y una buena gestión en este rubro puede elevar la productividad de la empresa hasta en un 50 por ciento. Sin embargo, a muchos directivos les cuesta trabajo dar con el clavo en cuestión de gerencia media.

¿La razón? Las gerencias medias se tratan como un “premio” al desempeño de los empleados que como la pieza importante que requiere el equipo.

“Las empresas trivializan el proceso y al que mejor trabaja lo convierten en gerente, se trata como un premio”, afirmó Jorge González Gasque, director general de G2 Consultores. “Si alcanzaste cierto mérito te dan una promoción y no necesariamente a esa persona se le preparó para ser gerente”, apuntó.

Este problema se presenta en empresas pequeñas y medianas, pero particularmente en startups, que parten de la premisa de poner primero al equipo fundador en puestos gerenciales, sin importar si están preparados para la responsabilidad o no. Por el contrario, las compañías más grandes y estructuradas, que cuentan con un ejército de ejecutivos, tienen procesos más concretos para generar ese talento.

Los gerentes intermedios hacen contribuciones valiosas a las organizaciones, pues son ellos quien están en posición de implementar ideas que aporten valor a la organización.

Además, al estar en contacto con los trabajadores, los mandos medios fungen como intermediarios entre ellos y sus necesidades, así como las necesidades operativas de la empresa.

“A menos que el ejecutivo sea realmente malo, las habilidades gerenciales se pueden adquirir”, aclaró González Gasque. “Es cuestión de preparar al candidato para que llegue listo a ese nuevo puesto”, añadió.

A continuación te presentamos algunas formas de identificar el talento necesario de los mandos medios:

1. Busca perfiles críticos pero positivos

Las empresas se benefician de gran manera de contar con empleados críticos, pero con propuestas. Aquellos que se casan con maneras poco efectivas de hacer las cosas, empleados sin iniciativa o bien excesivamente negativos, son perfiles poco aptos.

Lo ideal es encontrar empleados que hagan propuestas bien argumentadas y constantemente busquen nuevas maneras de hacer mejor las cosas, siempre con miras a una operación más eficiente.

2. Apóyate en aquellos que ya tienen influencia

En todas las organizaciones existe gente que en la práctica tiene una amplia influencia entre sus colegas independientemente de su cargo. Aquellos a quienes buscan para pedir ayuda o para resolver situaciones complejas, son a quienes los directivos deberían voltear a ver al considerar perfiles para gerencias medias.

Su capital social dentro de la organización resulta valioso, además de que pueden resultar ser grandes embajadores de la visión de la organización con los trabajadores.

3. Cuidado con la inteligencia emocional

Los puestos de gerencia media involucran un trato constante con las personas y la capacidad de dirigir un equipo. No importa qué tan buen trabajo realice un individuo, resulta perjudicial trabajar en solitario e ignorar al resto del equipo. Por esto es importante buscar talento con inteligencia emocional.

De acuerdo con un estudio publicado por Harvard Business Review, la inteligencia emocional es un parámetro que predice mejor el éxito dentro de una organización que el coeficiente intelectual. Según la publicación, los managers con esta habilidad pueden llevar a la organización a nuevos niveles de aprendizaje y adaptación.

4. ¿Quiénes muestran iniciativa?

En las organizaciones siempre destacan aquellos con iniciativa y que se muestran deseosos de participar en nuevas dinámicas de la organización. En ocasiones la iniciativa viene de un deseo de cambiar las cosas o como resultado de una oportunidad detectada.

En todas las organizaciones existe talento con potencial con una visión fresca de cómo podrían hacerse mejor las cosas, que de la mano de un entendimiento de los procesos de la empresa puede llevar a la compañía a nuevas alturas.

Recuerda que está bien recibir ayuda, en especial si es de los profesionales en el área. Las consultorías pueden ayudar a definir, priorizar, integrar y optimizar los procesos productivos de su empresa según la industria.

En G2 Consultores, te ayudamos a entender los perfiles, procesos, objetivos y la manera más adecuada de medirlos. Contáctate con nosotros y permítenos apoyarte en la creación o actualización de tu estrategia de organización y procesos.

¿Por qué es importante lograr la cultura organizacional que tu empresa requiere?

Aunque muchas empresas dan por sentada su cultura organizacional o la dejan relegada a un segundo plano, la realidad es que la cultura de una compañía está ligada profundamente a su desempeño y crecimiento. El trabajo que se haga en esta área se reflejará directamente en los resultados de la compañía.

A través de sus valores, creencias y lineamientos, una empresa pavimenta el camino para llegar a sus metas y objetivos estratégicos.

Típicamente, lo que hacen muchas empresas es copiar los valores de otras organizaciones. Sin embargo es importante que las empresas trabajen para descubrir los valores que quieren para su organización.

“Lo primero que tendrías que hacer es, de una manera auténtica y genuina, descubrir cuáles son los valores que tienes para trabajar sobre esa base”, afirmó Jorge González Gasque, director general de G2 Consultores. “¿Qué tan dispuesto estás a desarrollar a la gente e invertir en su capacitación? ¿Qué tan dispuesto a mejorar su nivel salarial conforme logre nuevas cosas?, son preguntas que debes formularte y a partir de ellas generar una cultura”, recomendó.

Idealmente, la empresa debería tener una cultura de meritocracia, basada en una dinámica de precisar, enseñar, medir, y generar consecuencias al trabajo del equipo, ya sean premios o castigos. Con el tiempo, estos elementos se irán arraigando en la mentalidad de trabajo de los empleados.

Estos son algunos consejos que puedes tomar en cuenta para cristalizar una cultura organizacional orientada a resultados:

1. Sé creativo con los incentivos

Los incentivos económicos pueden tener mucho valor, ya sea en forma de bonos de rendimiento o a través de ascensos. Sin embargo, aunque el dinero es importante, los incentivos también pueden venir en forma de reconocimientos.

“Hay empresas que manejan premiaciones anuales a los equipos que más venden o los proyectos más significativos, y muchas veces estos premios pueden incentivos más poderosos que el dinero para generar competencia”, recomendó González Gasque.

2. Recuerda que castigar también es importante

Tan importante como premiar es castigar. “Si vives en un ambiente en donde ves que tu compañero se la pasa perdiendo el tiempo, organizando quinielas o vendiendo por catálogo en la oficina, y no hay consecuencias ante eso, entonces la motivación baja”, advirtió González Gasque.

Aunque muchos emprendedores son renuentes a castigar, la realidad es que se trata de algo necesario para limpiar a la organización.

De hecho, el empresario y escritor Jack Welch manejaba una estricta política de castigo llamada “la regla de 10”. Mientras dirigía General Electric, Welch pugnaba por despedir al 10% de los empleados que habían tenido el peor rendimiento durante el año.

Y aunque dichas medidas pueden ser consideradas extremas, sobre todo en organizaciones pequeñas, debe tomarse en cuenta que el rendimiento de los empleados es importante, y deben implementarse incentivos para mantener la calidad de la organización.

3. Recluta talento y hazlo preventivamente

Parte de la cultura organizacional debería contemplar reclutar al mejor talento, así como encontrar maneras de incentivarlos para producir un mejor desempeño. Esta debería ser la prioridad de las empresas, pues es lo que hace la diferencia.

“Si alguien no tiene talento, por mucho que se quede hasta las 3 AM trabajando, no va a producir lo mismo que alguien con más potencial en un periodo menor de tiempo”, comentó González Gasque.

Otra buena práctica en materia de personal es reclutar preventivamente. La mayoría de las empresas reclutan cuando tienen vacantes, lo que significa que les urge cubrir el puesto lo más rápido posible. El efecto de esto es que se contrata apresuradamente, sin asegurarse que la calidad del nuevo empleado sea la requerida para el puesto.

“¿El Real Madrid contrató a Cristiano Ronaldo porque no tenía un extremo izquierdo?”, comparó González Gasque. “Como empresario también tienes que estar buscando al mejor talento, al talento que quieres y que mejora tu organización, no solamente cuando lo necesitas”, concluyó.

Está bien recibir ayuda, en especial si es de los profesionales en el área. Las consultorías pueden ayudar a definir, priorizar, integrar y optimizar los procesos productivos de su empresa según la industria.

En G2 Consultores, te ayudamos a entender los perfiles, procesos, objetivos y la manera más adecuada de medirlos. Contáctate con nosotros y permítenos apoyarte en la creación o actualización de tu estrategia de organización y procesos.

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